Ahí está mi abuelo Paco. Conforme a la moda del momento, con
su pequeño sombrero coquetamente inclinado. Corría el año 1947. La foto está
tomada en las orillas del río Tajo. Representa la soledad de un hombre de su
tiempo con la mentalidad de la época. Un producto de la postguerra, fruto de un
país que salía de una estúpida carnicería entre hermanos y que se sumergía en
una estúpida dictadura. Era época de autoritarismos. Europa , la
civilizada Europa , se había matado y destruido sin contemplaciones. Con su gabardina parecía guarecerse de los
infortunios y penurias que aguardaban al país. Apoyaba los pies en un suelo de
guijarros y piedras arrojadas por el río , terreno inestable y agreste que
simbolizaba una sociedad triturada,
partida en mil pedazos. Tan elegante mi abuelo ,con el que nunca tuve ocasión
de conversar. No me pudo contar cómo sufrió en aquella imbécil guerra.
Vivía en un mundo completamente diferente al nuestro. De las
ruinas de una infernal y sangrienta disputa surgió una sociedad simple,
autoritaria, sin democracia, con un bando ganador y otro ocultado y expulsado,
cuando no enterrado. Las normas estaban claras, polarizadas, simples. Uno manda
y los demás obedecen, sin rechistar. Todas las opiniones eran válidas siempre y
cuando sintonizaran con el régimen. Hoy , con todas sus crisis, amenazas
y problemas, vivimos en un mundo mejor.
Es mi pequeño homenaje a aquel elegante señor que me dijo
cuando yo era muy pequeño y quería alcanzar los libros de una estantería:
"los libros no se tocan". No le hice caso.
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