Soy de
los que piensan, sin ninguna base científica, que en todos los objetos y
formas, tiempos y espacios laten nuestros sentimientos. Si se
me permite la osadía, cabría hablar de una mecánica cuántica de los
sentimientos. Efectivamente, una de las características de la física cuántica y
que trasformó para siempre nuestra concepción del Universo, de lo grande y de
lo pequeño, era el denominado principio de la indeterminación o de incertidumbre enunciado por
Werner Heisenberg que sostiene que solo se puede conocer , o bien la posición exacta
de una partícula determinada o bien su trayectoria exacta pero no ambas. Ello
supone que no podemos determinar con exactitud el comportamiento de todos y
cada uno de los elementos que componen lo que nos rodea. Desde entonces la
visión del universo como una obra mecánica con direcciones y fuerzas
absolutamente previsibles a modo de perfecto reloj, cambió. El legado de
Newton,que pervive en las grandes medidas,choca con lo pequeño, con la sutil
maraña que envuelve el escenario en donde existimos.
Desde
luego, Newton se movía emocionalmente a la perfección en un mundo lleno de ecuaciones y cálculos. Los distintos
biógrafos nos lo presentan como el arquetipo del científico despistado,
obstinado y con bajo nivel de empatía. Newton despreciaba la música, veía a las
esculturas como “muñecas de piedra” y consideraba que la poesía era una especie
de “ingeniosa insensatez”. En su faceta de representante político y como
miembro del Parlamento Inglés solo intervino en una ocasión. Fue para dirigirse
al ujier recomendándole que cerrase una ventana, pues entraba corriente. Esa
visión rocosa, predecible,previsible y absolutamente determinista de la
realidad nos ha influido con demasiada fuerza. Y lo hemos querido llevar al
terreno de los sentimientos.
Así, si
el comportamiento de los componentes más elementales de la materia no se puede
determinar con absoluta precisión, sabemos que el comportamiento humano se mueve obstinadamente por los
caminos de lo imprevisible. ¿ No es imprevisible el desempeño de la Historia?
.Con los mismos parámetros la respuesta se presenta diferente. No atinan los
economistas con sus sesudas predicciones. A veces los sociólogos fracasan en
sus proyecciones y nos anticipan que no hagamos demasiado caso a las encuestas.
Y todos , absolutamente todos, tenemos un camino jalonado de predicciones
fallidas.
Aunque
no es fácil entender la física cuántica llena de quarks, leptones, muones,
bosones y fermiones, a algunos
ignorantes como el que suscribe le enseña varias cosas. Una es que los
modelos cambian, por perfectos y elaborados que parezcan. Como los sólidos
muros de la antigua Roma que aún perviven. Sobre ellos se alzan
construcciones nuevas que , con el paso del tiempo, volverán a ser derruidas.
Otra me lleva a sostener que la física cuántica me parece más humana por lo que de
impredecible e indefinida tiene.
En el fondo,
no somos más que una pandilla de simios evolucionados intentando entender de
qué va ésto. Entretanto, hacemos lo posible por ser felices.
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STARS es una banda canadiense. Muy apreciada en las listas indie. En su último trabajo denominan a uno de sus temas como The Theory of Relativity
Para adentrarse en el conocimiento asequible de la Física Cuántica.
La aventura del Universo. Timothy Ferris. Crítica. Barcelona. 1988
La danza de los maestros. Gary Zukov. Argos Vergara. Barcelona. 1979
La partícula dívina. Leo Lederman y Dick Teresi. Crítica. Barcelona. 1993
No se si se ha podido medir tiempo más corto que el attosegundo, pero si lo hay, en cada uno de ellos, está presente la cuántica, y ese espacio de tiempo comprende todo lo que ocurre en el universo, o sea, en nuestro devenir.
ResponderEliminarJosé Mª De Benito